Astrología de junio—una nueva forma de ver el mundo

El mes de junio inicia con la luna nueva en Géminis, que será el día 3. Esta luna nueva reactiva la energía de este signo de aire en la carta de cada uno. Desde el momento de la luna llena en Géminis, que tuvo lugar el 23 de noviembre del 2018, no se había dado la oportunidad de iniciar algo nuevo en el ámbito Géminis de tu carta. Las únicas oportunidades que hasta ahora se han dado eran las que traían el perfeccionamiento de lo que ya estaba iniciado en esa área.

Durante la luna nueva en Géminis se siembran las intenciones de mejorar en el ámbito de los contactos personales más cercanos, así como también en el intercambio de ideas—es ahora cuando puede comenzar a llegarte nueva información que cambie tu modo de ver el mundo. También es un momento en el que puedes iniciar una nueva etapa en tu relación con los vecinos que ya tienes, con algunos nuevos que lleguen, o incluso con tus compañeros de clase o de trabajo. De la igual manera, esta luna nueva igualmente supone la ocasión para comenzar a escribir algo que será publicado en diciembre.

Aún más importante, este evento lunar es el aviso de que ya se acerca la temporada de eclipses. Para esta la luna nueva estaremos a un mes del primer eclipse de la temporada, que será el día 2 de julio, en el signo de agua Cáncer.

Poco después de la luna nueva en Géminis tenemos dos planetas cambiando de signo. El primero será Mercurio que entra a Cáncer el día 4 de junio, su tránsito por el signo del hogar anima a las personas a expresarse a través de gestos y actitudes más que palabras. Mercurio en Cáncer te ayuda a estudiar sobre tus orígenes, a comprender desde un punto de vista objetivo cómo tus raíces te condicionan para bien o para mal. Es un tránsito que puedes aprovechar para indagar sobre las creencias que has heredado de las personas que te educaron y las que formaste en tu infancia—creencias que se están depurando durante todo el año con los nodos lunares en el axis Cáncer-Capricornio.

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El segundo planeta en cambiar de signo será Venus, el día 9 de junio entrará a Géminis. La paz que habíamos tenido entre los amantes cósmicos—Venus y Marte—en abril y mayo, poco a poco se desvanece. No es que vayan a estar en signos discordantes, pero si una relación fue iniciada durante esos meses, es posible que ahora la conexión con tal persona se note diferente.

El día 17 de junio se eleva en el cielo la luna llena en sagitario, esta es una luna llena sumamente importante. En ese mismo día, Marte y Mercurio se encuentran en conjunción en el grado 20 de Cáncer, el mismo grado en que fue el eclipse del día 13 de julio del 2018. Por primera vez en todo el año, los planetas están volviendo a pasar por el grado del eclipse, activando su energía. Este eclipse del 13 de julio trajo la oportunidad de sembrar las bases de un cambio de vida—pudiendo ser una mudanza, un cambio de país, o la seguridad que necesitas en cuanto a hogar y familia de la mano de la conciliación laboral o el emprendimiento.

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La luna llena en sagitario supone un “click” mental, un punto de reseteo en el que la información que te llega hace que te des cuenta de cómo tú te has auto condicionado—impidiendo tu crecimiento. Es un momento en el que puedes ver claramente cómo ese cambio de vida no se da en gran parte porque de alguna forma has bloqueado tu propio camino.

Las formas en las que te auto saboteas son muy variadas, y es algo que nos ocurre a todos. Afortunadamente, esta luna llena tiene la capacidad de hacerte ver en qué área está estancada esta testaruda actitud—impidiendo crear una nueva realidad, ya que estás tratando de construir algo completamente nuevo siguiendo los estándares de lo que siempre se ha hecho, lo que siempre fue lo correcto.

Por último, el 21 de junio, el sol entra a Cáncer y Neptuno comienza su retroceso el 21 de junio, el cual durará hasta el 27 de noviembre. La temporada del sol en Cáncer es el mes del año en el que más podemos conectar con la familia, con nuestra infancia y con quien realmente somos. La diferencia de este año con otros años es que en el 2019 vamos a tener eclipses en Cáncer, así que puede que aquello que consideras seguro—lo que te hace sentir comodidad o sea tu refugio—no esté disponible, o al menos no del modo en el que siempre lo estuvo.

Por su parte, el retroceso de Neptuno (que se da una vez al año) suele ser buena para aquellas personas que son más soñadoras o que tienen dificultades para materializar sus sueños. Es un el retroceso que hace que caigan unas cuantas utopías y es cierto—a veces trae decepciones. Pero su mejor parte es que te ayuda a ser realista, y al suceder en temporada de eclipses hace que esos planes que incluyen un cambio de vida tengan base en la realidad, y más que nada—la oportunidad de ser manifestados.

 

—Irene Cano es una astróloga profesional viviendo en la ciudad de Sevilla, España. 

—Arte por el increíble bambashkart