La luna llena en Acuario quiere que abras tu mente a las sorpresas

Por Irene Cano Vilches

Martes, 20 de Julio de 2021

La luna llena en Acuario quiere que abras tu mente a las sorpresas

El próximo día 24 de julio es la luna llena del mes Leo, es decir, la luna llena en el signo de Acuario. Esta luna llena sucede en el grado 1 de acuario, por lo que es una luna llena que aún siendo en Acuario tiene algo de energía de Capricornio, esto también sucede porque Saturno, el regente de Capricornio, también se encuentra en Acuario.

Cada año, la luna llena en Acuario representa ese momento en el que analizamos nuestro entorno, en los apoyos sociales con los que contamos, en nuestros amigos, en las personas que forman parte de nuestro día a día, siendo un reflejo de nuestro estado interior. ¿Cómo es eso? Pues porque Leo, el signo en el que está el sol para cada vez que hay una luna llena en Acuario, es el signo del ego pero también del ser.

Cuando somos desde el ego, es decir, cuando vivimos demasiado centrados en nuestros propios intereses y buscando únicamente nuestro propio beneficio, eso se va a reflejar en la luna llena en el entorno. Es probable que algunos de nosotros nos sintamos rodeados de personas egoístas o que todos quieren algo de nosotros, pero están dispuestos a dar poco a cambio. Además, al estar Saturno en Acuario, podríamos sentir que las personas son demasiado exigentes con nosotros, especialmente en el trabajo.

Cuando llega la luna llena en Leo y por el contrario estamos viviendo desde el Ser, estamos permitiéndonos desarrollar nuestro propósito vital y nos hemos liberado de etiquetas que usamos para protegernos. Entonces, la luna llena se reflejará en un entorno que serán personas que están vibrando en la misma frecuencia que tú. En estos casos, el entorno profesional puede ser un momento de crecimiento de nuestras redes sociales, y en lo personal, puede ser el momento de tener reuniones de amigos que nos muestran a cuántas personas les importas de verdad.

El encuentro con otras almas que están en el mismo punto de consciencia que nosotros es algo que siempre se da, atraemos lo que es similar. Por ello, esta luna llena que conecta el “ser yo” con “los otros” es tan esclarecedora, porque podemos usar esos contactos que tenemos con otros como termómetro de si estamos siendo egoístas, orgullosos o prepotentes—todas ellas etiquetas que corresponden a la energía baja de Leo y que, aunque creamos que no traen nada negativo, ya que actualmente se coinciden los términos, a la larga sí que acaba perjudicando. No se puede tener relaciones sanas con otras personas desde un punto en el que nos consideramos superiores o inferiores, ya que se crearán relaciones de desbalance.

El regente de la luna llena es Urano, que se encuentra en el signo de Tauro y en ángulo de tensión a Saturno (todo el 2021 han estado en esta cuadratura estos dos gobernantes del cielo). Esta tensión del regente de la lunación es la sensación de que queremos estabilidad en medio de un momento caótico. Si nos cerramos a lo nuevo, si no disfrutamos de que en nuestra vida se den sorpresas, podemos vivir momentos de frustración en esta lunación. A veces, las cosas no salen como las planeamos, como por ejemplo, a veces las personas que se supone que deberían estar con nosotros podrían no estarlo. Estas tensiones nos recuerdan la importancia de valorar lo que hay en cada momento y hacer nuestros planes adaptándonos al cambio para disfrutar de lo que sí se puede hacer en vez de lamentarnos por no tener control de cada situación.

Otro aspecto cercano al momento de la luna llena es la oposición entre Venus en Virgo y Júpiter en Piscis. Durante las semanas que Venus transita Virgo, podríamos sentir una gran necesidad de controlar y de hacer planes, la cuál es una energía que choca con la de este eje Leo/Acuario y más con el clima Uraniano de romper planes. Usemos el tránsito de Venus en Virgo para detectar aquellos ámbitos de nuestra vida en los que hace falta una mejora, ya que Venus en Virgo es un tránsito perfecto para juzgar lo que no va y mirar el detalle, y evitemos obsesionarnos con no poder controlar que todo salga como lo habíamos planeado.