Los 13 pasos para crear círculos virtuosos

Por Lolimar Araujo

Lunes, 10 de Junio de 2019

Los 13 pasos para crear círculos virtuosos

Cuando un problema no se puede resolver, sino que te lleva continuamente al mismo estado una y otra vez, estamos ante la presencia de un círculo vicioso. Es la típica situación donde la causa del problema es la solución, suena como un contrasentido, pero no lo es. Veamos un ejemplo común: una persona quiere dejar de fumar, su motivación para fumar es que siente ansiedad y el cigarrillo le calma. Cuando deja de fumar comienza a sentirse intranquila, ansiosa y estresada… por lo tanto vuelve a fumar para sentir calma… consecuencia: el problema es la solución.

Los círculos virtuosos, en cambio, se relacionan con actitudes, situaciones, emociones y pensamientos potenciadores que nos hacen sentir llenos de energía y empoderados. Por ejemplo: quienes hacen ejercicio o practican algún deporte sienten que esa actividad es una recompensa en sí misma, les proporciona satisfacción y bienestar. Entrenar les hace sentir llenos de vigor y cuando no lo hacen se sienten mal consigo mismos así que procuran mantener su rutina.

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En la creación de círculos virtuosos o viciosos existen tres elementos influyentes a considerar: las creencias, los entornos y las relaciones.

Las creencias juegan un rol primordial en la generación de estos ciclos. Si “crees” que nunca tienes tiempo para practicar una actividad física, es probable que no busques el hueco en tu día a día para hacerlo. Casi siempre detrás de esta excusa se esconde el hecho de que en realidad no quieres hacerlo.

Las relaciones también influyen en la creación de círculos virtuosos o viciosos. Imagina que de repente conoces a una persona que te gusta mucho y resulta que descubres que es aficionada a practicar deporte. Es probable que repentinamente sientas la motivación de comenzar a ejercitarte y “casualmente” encuentres el “tiempo” que antes te faltaba.

El entorno (laboral, de estudios, familiar o de amigos) influye con fuerza para realizar cierto tipo de actividades y puede ya sea apoyarte o sabotearte. Hace algún tiempo conocí a un médico y conferencista que por su trabajo tenía que asistir con frecuencia a eventos sociales y se percató de que estaba bebiendo más de la cuenta. Pensó que al seguir con ese ritmo podía llegar a convertirse en alcohólico, así que decidió en vez de tomar licor pedir siempre una bebida de soda con limón. Consiguió así que el entorno no le afectara negativamente generándole un círculo vicioso.

 

Cómo convertir los círculos viciosos en virtuosos

La clave está en la determinación, el compromiso y la planificación. Siguiendo el primer ejemplo, quien desea dejar de fumar debe comprometerse firmemente consigo mismo. Como primer paso en vez de pensar “quiero dejar de fumar” debe pensar y decretar “VOY a dejar de fumar desde HOY”, la primera es una frase ambigua que muestra un deseo, una intensión que carece de concreción, la segunda indica una acción concreta, inminente y definida en el tiempo.

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Pero sabemos que con solo quererlo no es suficiente, es necesario tener un plan de acción que sea realista para quien lo va a ejecutar—buscar parches para aliviar el síndrome de abstinencia, iniciar una actividad física, asistir a grupos de apoyo antitabaquismo, buscar terapias alternativas, etc.

Crea un círculo de excelencia

 El siguiente es un ejercicio de visualización basado en terapias de programación neurolingüística:

  1. Identifica los recursos personales que deseas incorporar a tu vida (fuerza de voluntad, serenidad, coherencia, disciplina, responsabilidad, constancia, asertividad, paciencia, etc.)
  2. Determina cuál es la situación en la que quieres aplicar esos recursos (dejar de fumar, hacer ejercicio, comer sano, etc.)
  3. Imagina un círculo pintado en el suelo frente a tí (lo suficientemente grande como para que te rodee), asígnale un color, brillo, intensidad, temperatura, un olor que más te guste.
  4. Visualízate introduciendo dentro de ese círculo todos los recursos que deseas, (en forma de palabras, sensaciones, imágenes).
  5. Amplifica los recursos al doble y al triple, permite que se hagan cada vez más fuertes e intensos.
  6. Busca un recuerdo de algo muy bueno que te haya pasado, una experiencia excelente en la que hayas tenido un logro importante o algún reconocimiento. Con un dedo presiona tu hombro mientras revives esa experiencia.
  7. Ahora, con ese recuerdo y presionando tu hombro entra en el círculo que has visualizado delante de ti y llénate de todos los recursos que has metido dentro.
  8. Da un paso atrás, deja de presionar el hombro con tu dedo.
  9. Vuelve a entrar en el círculo, presiona el mismo hombro con tu dedo.
  10. Da un paso atrás, deja de presionar el hombro y respira profundamente.
  11. Vuelve a entrar en el círculo (esta vez sin presionar el hombro) y sigue llenándote de los recursos.
  12. Da un paso hacia adelante y visualiza tu ser recargado con tus nuevos recursos.
  13. Imagina cómo vas a utilizarlos en el futuro.

 

-Por Lolimar Araujo Morales

Especialista en Programación Neurolingüística y practicante de Reiki con más de 15 años de experiencia.

Arte por Becca Reitz