Saturno conjunta al nodo norte para traernos lecciones kármicas

Por Yesika Fernandez

Miércoles, 18 de Sept. de 2019

Saturno conjunta al nodo norte para traernos lecciones kármicas

Cuando hablamos de astrología de inmediato pensamos en el horóscopo, es decir, acerca de tu signo solar. Pero, una vez que comenzamos a conocer más acerca de esta ciencia que reúne factores de astronomía, psicología y espiritualidad, encontramos una guía para lograr un mayor conocimiento de nuestra existencia. Profundizar en la astrología es como leer un cuento sin final, al día siguiente esperas el desenlace pero sigue habiendo más por descubrir y aprender.

Entre esos temas están los nodos lunares, los cuales no son planetas, asteroides, ni ningún tipo de cuerpo físico. Básicamente se definen como los dos puntos simbólicos en donde el plano de la órbita de la luna se cruza con la eclíptica de la Tierra. El nodo norte, que como su nombre lo dice va de sur a norte, simboliza nacimiento y la entrada al mundo material. El nodo sur va de norte a sur, y simboliza la salida del mundo material, nuestro conocimiento interno. Según la astrología védica, es muy común llamarlos Rahu o nodo norte, Rahu siendo cabeza del dragón y Ketu o nodo sur, Ketu siendo la cola del dragón, según la leyenda.   

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Una de las interpretaciones más interesantes en la teoría de los nodos lunares es la de la reencarnación o vidas pasadas, la cual establece que el nodo sur, dependiendo de su signo, casa y aspectos, indica las experiencias y/o relaciones de vidas pasadas, lo que ya sabemos (aún cuando no estemos conscientes). El nodo norte a su vez, podemos interpretarlo como lo que vinimos a hacer en esta vida, hacia donde nos movemos, lo que debemos aprender y experimentar. Es decir, la teoría de los nodos lunares marca una relación entre el pasado y el futuro en la que la sabiduría del nodo sur nos puede llevar a donde queremos ir—el nodo norte.

Dentro de la carta natal, es importante utilizarlos de forma balanceada, ya que reflejan los mayores retos que debemos superar, manifestándose en nuestra vida de manera ya sea tensa o armónica. Cuando el nodo norte está muy enfatizado, pensamos mucho y nos gusta experimentar lo más posible, por ello, debemos evitar la impulsividad y no tratar de tenerlo todo, ya que no conoce límites. Al contrario, si el enfatizado es el nodo sur, hay que cuidarse de no querer vivir en el pasado, evadiendo el futuro.

Los nodos lunares siempre se encuentran en signos opuestos, compartiendo un mismo tema. Por ejemplo, el tema común entre cada polaridad es:

Aries – Libra: La identidad

Tauro – Escorpio: Los valores

Géminis – Sagitario: El conocimiento

Cáncer – Capricornio: La seguridad

Leo – Acuario: La expresión

Virgo – Piscis: El servicio

Toda esta teoría de los nodos lunares es muy apropiada siendo que en pocos días tendremos una conjunción entre el nodo sur y Saturno en el signo de Capricornio. Es decir que ambos estarán unidos y opuestos al nodo norte en Cáncer. En la práctica, este encuentro, nos enfoca en la energía de la seguridad, en buscar un equilibrio entre la vida familiar y profesional, en ser imaginativos y realistas, posicionados entre la emoción y el liderazgo. Debido a que está involucrado el nodo sur, se activarán temas del pasado, conocimientos y experiencia que ya traemos y que debemos utilizar para alcanzar nuestra misión.

Esta fuerza tendrá su máxima expresión del 22 de septiembre hasta el 15 de octubre, y lo más probable es que sea dirigida detrás de escenas. Saturno, al ser el gran maestro cósmico, es quien dirige la batuta—esta conexión implica que Saturno se proyecta con mucha fuerza en los asuntos de la Tierra. Por lo tanto, a pesar de que ahora vivimos en un proceso de aceleración, viendo pasar los días pasan sin darnos cuenta y haciendo un sinfín de actividades al mismo tiempo, es probable que en algún aspecto de nuestras vidas se nos presenten los obstáculos y los retrasos.

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Cuando Saturno es fuerte hace que todo avance lentamente con el objetivo de que fijemos nuestra atención en un punto concreto. Se trata de mejorar y aprender a utilizar mejor los recursos disponibles. Claro que al estar involucrado, el nodo sur nos regresa a situaciones del pasado, pudiendo traer consigo momentos kármicos. Por supuesto que el nivel de exigencia que requiere dependerá de ese pasado, y por supuesto, de los aspectos que forme en nuestra carta natal.

En términos generales, Saturno nos brinda una energía triste o melancólica para la cuál no es fácil dar una receta universal porque cada persona la vive de una manera particular de acuerdo con su experiencia personal.

Pero, como la depresión conlleva a detenernos, una manera de contrarrestar este tránsito es ponernos en movimiento, así sea lento y con retraso, pero mantenernos activos. Estando el nodo sur involucrado, sabemos que tenemos el conocimiento—aunque esté escondido en lo más profundo de nuestra mente—para que superemos de una vez, esa situación o lección que necesita ser aprendida, ya que al final de cuento, Saturno es un gran maestro.

Afortunadamente, Saturno en conjunción con el nodo sur en Capricornio hasta mediados de octubre no es tan intenso, es más universal. Nos guste o no, es una oportunidad sin precedentes para delinear la dinámica establecida por nuestro pasado, nivelar relaciones y reexaminar nuestras prioridades. Y, como Saturno es súper trabajador, nos invita a vivir esta experiencia desde una perspectiva mas metódica, no sólo sentir o recordar todo eso, sino para volver a hacer un plan de acción aunque sea lento. Es como hacer un trabajo de reparación en aspectos de nuestra vida/mente en relaciones que ni siquiera sabíamos que estaban rotas.

Si bien no hay una receta universal, la mejor manera de aprovechar este tránsito es empezando a trabajar en nosotros mismos. Hacer una pausa, aquietarnos y escuchar nuestra sabiduría interna, es en el autoconocimiento donde está la magia para vivir en armonía, con nosotros y con el mundo.

 

-Yesika Fernández es una escritora con amplia experiencia como astróloga y coach certificada viviendo en la ciudad de Nueva York

-Arte por cortesía de Ameya Ajay